domingo, 12 de agosto de 2018

Gracias, Zamora Club de Fútbol

Ante la llegada al club de Víctor de Aldama y Alfredo Ruiz Plaza, que han cubierto las necesidades económicas y facilitado la incorporación de profesionales a las áreas de gestión y área deportiva del club, creo que ha llegado el momento de hacerse a un lado y dejarles trabajar.

Además, mi vida académica me impedirá tener la disposición total hacia el club, que hasta ahora estaba teniendo. 

Por estos motivos, decidí presentar mi dimisión  como directivo, así como el cese de la colaboración con distintos equipos de la Escuela de Fútbol, desvinculándome así de todos los cargos que ostentaba.

Pero no me quiero ir sin antes dar las gracias. Son casi 13 años siguiendo al Zamora día sí y día también. Como he dicho muchas veces, el Zamora ha sido y es fundamental en mi vida. Gracias a él, los domingos se convirtieron en el mejor y más ansiado dia de la semana. Y gracias a él también, he conocido a personas que se han convertido en grandes e inmejorables amigos, tanto dentro como fuera de mi club. Por todo lo que me ha dado y todo lo que he aprendido y sufrido, ha merecido la pena estar aquí.

Especial reconocimiento a José, María, Gabino y Juan. Sólo quien está dentro sabe de la importancia de todos ellos. Principales responsables de que el Zamora siga vivo. Que nadie lo dude.

Tampoco me quiero olvidar de mis cadetes. He pasado dos años sencillamente maravillosos junto a ellos y he disfrutado del fútbol de otra manera en la que no faltó ilusión. Me siento un afortunado por haber podido formar parte de esa piña, y los recuerdos que me llevo de ellos, se vienen conmigo para siempre. Mismo aprecio y consideración a los que también han sido mis niños esta temporada, los Infantil Provincial y Regional. 

Por último, también quiero dar las gracias a mi familia. Ha sido un año duro y muy complicado. Pero todos juntos hemos superado adversidades, cosa que me hace sentir plenamente orgulloso de mi gente. 

Que nadie dude de que desde la distancia, seguiré apoyando, sufriendo, celebrando y desesperándome como uno más. El día 27 de mayo estaré celebrando junto a otros tantos el ascenso a Segunda B que tanto merecemos. Toque donde toque.

Ha sido un placer tremendamente grande formar parte del que, a efectos de mi corazón, es el mejor club del mundo.

¡Aúpa Zamora!

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