¡Volveremos, capi!

Querido y añorado Agus:

Hoy te vuelvo a escribir, como en cada aniversario. Hoy se cumplen tres años como bien sabrás, poco bueno tengo que contarte, quizá por eso me ha costado escribirte en esta ocasión.

Hace un año te prometí que te dedicaría el ascenso. Y no, no he podido hacerlo, a pesar de que estuve más cerca que nunca. Un fatídico play off me impidió mirar al cielo entre lágrimas y decir: "orejas, va por ti". Pero no te preocupes, porque estoy seguro de que algún día lo vamos a celebrar, y tú desde ahí arriba, vas a ser partícipe de lo que se logre.

Pero hay que decirlo todo. No todo ha sido malo. Hubo una eliminatoria contra el Mancha Real, imagino que estuviste pendiente. En la ida, viajamos 200 donde animamos, sufrimos y nos lamentamos con nuestro Zamora. Pero en Mancha Real también volvió la magia al minuto 4, a tu minuto 4: las 200 gargantas rojiblancas en pie, cantando el "Agustín, Agustín" acompañado de palmas. Mira que soy crítico con la afición del Zamora, pero en ese momento estaba más orgulloso que nunca de pertenecer a dicha afición. Y en la vuelta, volvimos a Vallecas. ¿Te acuerdas de aquella eliminatoria contra el Rayo Vallecano donde toda la ciudad estaba emocionada por lo que iba a pasar el domingo? Pues fue un reflejo. Quién nos iba a decir que en Tercera División íbamos a conseguir que Zamora se volcase con su club, después de tanto tiempo. Fue espectacular, Agus. Entre semana, Zamora amaneció con pancartas, con banderas en los balcones, con camisetas por las calles. Y el domingo... ¡casi 6.000 personas en el templo! A pesar de que no salió nada en lo deportivo, volví a sentir el escalofrío de las grandes citas, esas en las que tú estabas con tu 4 a la espalda defendiendo nuestro escudo como nadie. Te eché de menos. Y creo que de los 6.000, una inmensa mayoría también te echaba de menos, porque volvió a retumbar el "Agustín, Agustín", en un momento que fue bastante emotivo.

Ahora no te puedo prometer que vamos a ascender, no es el objetivo. Pero creo que no es algo de qué preocuparse. El nuevo proyecto recoge a gente de la casa, gente que como tú, va a defender la camiseta a capa y espada, no sólo con profesionalidad. También con sentimiento. Es un paso atrás para dar dos adelante. Y, amigo mío, ten claro que vamos a dar los dos pasos hacia adelante, y ten claro que te volveremos a nombrar honrando al que fue, sin duda, el mejor capitán que tuvo mi Zamora en su historia.

Un abrazo fuerte, allá donde estés. Ya lo sabes: ¡siempre amanece! ¡Volveremos, capi!

Spot del Zamora C.F para la fase de ascenso a Segunda División B. ¡Juntos podemos!

¡JUNTOS PODEMOS! ¡VAMOS ZAMORA CLUB DE FÚTBOL!

Partidos de barro, puntos de oro

Otro más. Tocó sufrir. Se ganó. Punto. Quizá punto y coma, porque se escucharon cosas en los aledaños del estadio. Demasiadas para como está la clasificación.

El Ruta es un estadio exigente, siempre lo ha sido y siempre lo será. Ayer fue una de esas tardes de clima enrarecido, a pesar de que salió todo a pedir de boca resultadísticamente hablando. Y sí, motivos igual si había para estar enrarecido. Motivos como tener que defender un 1-0 en casa. Hasta yo mismo salí enrarecido y algo pesimista. Quién lo diría hace unos meses cuando los rivales llegaban aquí a recibir lo menos posible.

Ya en frío, he encontrado una respuesta al pesimismo y al enrarecimiento: es fútbol. El fútbol es un deporte apasionante principalmente porque 2+2, rara vez son 4. Porque los pequeños desesperan a los grandes. Y no hace falta ir muy lejos para comprobarlo. Hace 8 días, el Palencia ganaba su sexto partido consecutivo y con solvencia a todo un líder. Ayer se presentaron en casa del penúltimo, que llevaba más de un mes sin ganar. A priori, partido fácil. A posteriori, derrota. Fútbol.

Por eso es tan complicada de conseguir la temporada del Zamora. Se tiró 14 partidos sin conocer la derrota y en 10, deleitó. Es una puta barbaridad, hablando mal y claro. Ya hemos disfrutado. Ahora ganemos, da igual si gustando o sufriendo. Ganemos. En partidos de barro, puntos de oro.
Y ahora sí: PUNTO.

¿Qué ellos son favoritos? Pues mejor

Desde que finalizó el partido frente al Tordesillas ha sido inevitable mirar de reojo al domingo. Ha sido imposible no recordar que estamos a unas horas de una de nuestras citas más importantes desde el regreso a Tercera División. Una cita o quizá una batalla. Una batalla en la que preocupa, parece, que los de rayas rojas y blancas no son favoritos. Por jugar fuera y por la inercia de ambos conjuntos en las últimas jornadas, donde ellos han marcado 12 goles en sus últimos 4 partidos y superado con claridad a sus rivales y donde los nuestros parece que han perdido fuelle. Y sí, recalquemos el parece, porque no es así o yo por lo menos, no lo veo así.

¿Qué ellos son favoritos? Pues mejor. Para qué engañarnos, pocos favoritos en esta categoría consiguen sus objetivos, y ahí están las estadísticas. Y la verdad es que la situación es ideal para este domingo, porque sólo hay una certeza: pase lo que pase, el Zamora saldrá líder de Palencia. Y saldrá líder habiendo ya disputado todos sus partidos con rivales directos. Dicho de otra manera: ni tenemos favoritismo ni tenemos presión, o mejor dicho, la tenemos en menor grado que nuestros rivales.

Sé y creo que todos sabemos que el domingo será una batalla. Sí, una batalla. Ese escenario que le encanta al Zamora, que se crece en él. Por ello no cabe la menor duda de que todos y cada uno de nuestros jugadores van a dejar alto el pabellón, como llevan dejándolo hasta ahora. Por ello, me veo obligado a creer en el Zamora, pase lo que pase en Palencia, seamos o no favoritos. Luchad, luchad y a por ello. Porque el domingo puede ser el día en el que se empiece a soñar, pero a soñar despiertos. Repito, creo en vosotros. Porque no hay motivos para no creer y porque vais a defender a capa y espada nuestros colores en una dura batalla.

A por ellos, equipo. Creo, creemos en vosotros.

Ojalá hubieses podido. D.E.P, Diego.

Antes de empezar, dejar claro que escribo esto desde mi maxima humildad y respeto tanto a Diego, como a su familia, como a todas las víctimas de acoso y violencia de cualquier tipo.

Hola, Diego:

Hoy la carta la voy a escribir yo, y esa carta va dirigida a ti. No tuve el gusto de conocerte, pero eso no ha impedido que entres en mi vida.

Te escribo ésto porque leí la carta de despedida que escribiste a tu familia. Creo ser un tipo duro mentalmente, pero me hiciste llorar. Me quedé tan bloqueado al leerla que no recuerdo si lloré mucho o poco, pero seguro que me tuve que secar lágrimas. Vi en ti una persona cercana, agradecida y muy madura para sólo tener 11 años. Y también vi que te hicieron la vida demasiado difícil para sólo tener 11 años.

No sabes el puñetazo que sentí en el pecho cuando me enteré de tu historia. No te haces una idea de la rabia que me da que cuando se pide ayuda en una situación de acoso escolar, la respuesta que más escuches sea "son cosas de niños". No sé si tú recibiste esa respuesta, pero sé que en su día hubo investigaciones y que al final quedó en nada. Ojalá hubieses podido explicar lo poco que tiene de juego infantil el tener miedo ir al colegio, el tener que aguantar humillaciones que te hagan vivir con temor y con falta de autoestima o el tener que aguantar, aguantar y volver a aguantar a gente sin empatía, que parece no tener ni sentimientos ni compasión por los demás. Ojalá hubieses podido, Diego.

Me duele que decidieses acabar con todo, aún sin conocerte. Me duele, pero no soy quien de juzgarte, y creo que nadie lo es. Has de saber que tu caso ha conmocionado a mucha, mucha gente. Espero, muy a mi pesar, que tu historia cambie la de los demás de una vez por todas, que se dejen de hacer programas para detectar el acoso escolar y se empiecen a hacer programas para dar una educación en la que los niños sepan que el burlarte o humillar a compañeros es aberrante, por ejemplo. Lo espero.

Cuida a esa familia que tanto quieres desde ahí arriba, y a todos esos incomprendidos que sufren día a día como aguantaste tú. Fuiste un héroe, por aguantar todo lo que aguantaste. Ahora, descansa en paz. El cielo ha ganado un ángel. Hasta siempre, pequeño.

Unionistas de Salamanca; la envidia del barro.

Buenas a todos, aficionados al fútbol de bien. Al fútbol de abajo. Hoy voy a hablar de Unionistas de Salamanca. Conocido por ser el club que homenajea a la difunta UDS, desconocido por las fiestas que se celebran cada vez que juegan en casa.

Así lo pude comprobar ayer, en el partido que enfrentaba al Unionistas frente al Zamora B. Escribo ésto, porque me parecía necesario compartir lo que viví ayer, y me parecía interesante saber más sobre esa locura. Esa locura de llevar 1.300 personas a un partido de Regional, de llevar una afición que anima durante todo el partido independientemente del resultado, y tras haber sufrido una desaparición de su entidad futbolera más representativa tras 90 años de historia. Una de las cosas que tiene animar al equipo de tu ciudad es hacer amistades con aficiones rivales, y como podéis imaginar, amigos unionistas tengo unos cuantos. Esta vez, mi amigo Manu, me enseñó un poquito más sobre la historia de Unionistas.

En junio de 2013, se liquida la Unión Deportiva Salamanca, dejando un vacío futbolístico en la ciudad charra durante la temporada 2013-2014 (el Salmantino jugó en Tercera durante esta temporada, pero no tenía una masa social llamativa). En los últimos momentos de vida de la UDS, la PAU (Plataforma de Aficionados Unionistas) intentó buscar una solución con Juan José Hidalgo, máximo accionista del club, no llegándose a encontrar. Esta plataforma se disolvió, pero un grupo de gente de PAU y aficionados de la Unión gestaron un proyecto durante la mencionada temporada 2013-2014. En aquellos momentos, nadie tomaba en serio este proyecto, pero poco a poco y sin prisas se le fue dando color, y se le dio el nombre de "Unionistas de Salamanca Club de Fútbol", se le dio una camiseta dividida a la mitad por los colores blanco y negro, se denomina un club que homenajea a la Unión Deportiva Salamanca (de ahí que en su escudo haya 9 estrellas, una por cada década de vida de la UDS) y que cuyo lema es "Ad Astra Per Aspera" (a las estrellas por el camino más dificil).

Se fundó un equipo nuevo, que nada tenía que ver con la UDS a nivel institucional. Sí a nivel emocional, ya que como os he dicho antes, es un club homenaje. Empezando desde 0, también se empezó desde la categoría más baja posible: desde la provincial de aficionados. Quizá este hecho fue el que desencadenó todo: de alguna manera, el reto de volver al fútbol profesional empezando desde abajo sirvió para recuperar la ilusión entre parte de la afición unionista. De ahí que en Primera Provincial en la temporada de su debut, el club sacó 2.344 socios, una auténtica barbaridad. Aunque las comparaciones son odiosas, era muy llamativo que Unionistas de Salamanca contara con 1.000 socios más en Provincial que el Zamora en Segunda División B. Durante esta primera temporada, disputaban sus partidos en "La Sindical", con una media de aficionados de 800-1.000 espectadores por partido, algo insólito.

Tras formar una plantilla con un nivel superior al de la categoría, logró el ascenso sin mucha complicación a Regional Preferente, donde pasan a jugar en las Pistas del Estadio Helmántico y cuya masa social supera actualmente los 2.000 socios, sin estar cerrada su campaña de captación. El debut de Unionistas en la categoría regional fue curiosamente, en el Ruta de la Plata. Venció Unionistas 0-2 al Zamora B con 500 aficionados visitantes en las gradas y una animación completamente envidiable. 

Es aquí uno de los puntos fuertes de Unionistas: el club cuenta en su actual estadio con una zona para estar de pie viendo el partido. Esto fue aprovechado, ya que se creó "USCF Fans", una grada de animación no constituida como peña, a la que acuden tanto colaboradores del club (personas que ayudan de manera desinteresada en lo que el club necesite) como cualquier aficionado que quiera apoyar a su equipo durante 90 minutos. Fácil, sencillo y genial. Tanto que cualquier equipo visitante sale "flipando" de las Pistas. Un grupo de animación apolítico y fielmente unionista. Un grupo de animación que le da sentido a esta locura. Ayer, contra el Zamora B, fueron otra lección de apoyo más durante todo el partido, a pesar de que fueron por detrás durante muchos minutos. Lo realmente peculiar llega cuando al finalizar los partidos, un grupo de gente importante de USCF Fans se quedan colaborando en tareas de limpieza de las gradas, para que todo quede en orden, tal y como estaba cuando se llegó a la batalla., algo que hasta día de ayer, para mi era inaudito. 

Otra de las cosas que me llamó la atención fue la iniciativa de la porra (y no sólo por el hecho de que el ganador fue el que está escribiendo este artículo). Consistía en poner 1 euro y dar un resultado. Los acertantes se llevan de regalo dos entradas gratis, y se sorteaba entre éstos una camiseta y un balón firmado por los jugadores de la primera plantilla. Una forma económica y competitiva de fomentar e incubar unionismo.

Actualmente aventajan en 10 puntos al Zamora B, segundo clasificado, aunque los rojiblancos con un partido menos. Por calidad, rozan la Tercera División, aunque quede toda una segunda vuelta. Unionistas va por el segundo año de vida y ya roza la Tercera División. El fruto de haber hecho las cosas con calma, con sentimiento y con honor. Sin necesitar millones. Estaba claro que Salamanca iba a tardar poco en volver a disfrutar del fútbol. Queda menos para volver a disfrutar nuestro derbi en nuestra categoría. Envidia sana de Unionistas, envidia sana de un equipo que está en el barro.

El respeto o la vergüenza.

He intentado no hablar de ésto. Pero no he podido callarme. Porque me indigna. Porque hay que acabar con esta lacra.

9 años de mi vida arbitrando. Cómo podéis imaginar, he tenido mil y un episodios que ponen en duda la teoría de la evolución de Darwin. He recibido insultos, amenazas, gritos. He tenido la suerte de no recibir nunca una agresión física, pero sabía que cada vez que salía a arbitrar, me arriesgaba a volver a mi vestuario con una. Como he dicho, nunca me llegó a pasar.

Pero este sábado, le pasó a un compañero. Fue en Valorio, en ese sitio donde yo he arbitrado mil partidos. En un F.S Zamora - C.D Benavente. EN UN ALEVÍN. En un partido de críos de 10 años. Un partido tenso y un penalti. Un partido tenso y un penalti desembocaron en "eres un hijo de puta" y en una patada en la espinilla. En un partido de alevines. El susodicho, haciendo un acto de valentía, agredió y se piró en el autobús de su equipo.

Es deleznable. Es deleznable que un partido de alevines se dé ese ejemplo. Es deleznable que árbitros que están aprendiendo, tengan que tragarse la ira de padres estrellados, que quieren que sus hijos logren lo que ellos no consiguieron, que no consiguieron porque como deportistas eran malos y como personas, peores. Es deleznable que se dé esa educación a los futbolistas del mañana. Es deleznable que a los árbitros no se nos deje aprender, que estemos obligados a nacer enseñados. Es deleznable que no hagamos nada por cambiar todo ésto.

El fútbol es un deporte que mueve personas, amistades, pasiones y sentimientos. Cuidémoslo desde abajo. Como dijo Pierluigi Collina: "El fútbol no es un juego perfecto. No comprendo por qué se quiere que el árbitro lo sea"

Mucho ánimo y que nadie te quite la ilusión por arbitrar. No estás solo, Toni. Ánimo, amigo.

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